Van cambiando formas de gobierno, las fronteras entre países, y sin embargo, la ciudad que merece el título de la capital de invierno de Polonia sigue siendo Zakopane. ¿En qué consiste el fenómeno de esta ciudad polaca de descanso más conocida en el mundo?
Polonia es un país de planicies. Sólo en su parte fronteriza meridional se encuentran montañas cuyas sierras más altas compartimos con Ucrania, Eslovaquia y Chequia. Las montañas polacas no son, por término medio, muy altas. Su único sector que tiene carácter alpino y cuenta con picos que llegan hasta 2500 msnm de altura, son los montes Tatra. En el territorio de Polonia está situado una quinta parte de esta cordillera a cuyos pies está ubicada la ciudad de Zakopane.
Durante siglos, Zakopane era una villa calma y pequeña cuyos habitantes se dedicaban, en primer lugar, a la cría de ganado y con el tiempo también empezaron a ocuparse de minería e industria metalúrgica. En el siglo XIX Zakopane tuvo su momento crucial cuando se descubrieron sus valores balnearios. A partir de aquel momento, la ciudad llegó a ser un lugar de esparcimiento de varias figuras notables de élites polacas que crearon aquí sus apreciables obras, construyeron casas difundiendo y alabando la ciudad. Se desarrolló el turismo de montaña y el esquí. Zakopane crecía e iba siendo edificada inspirándose en centros de turismo alpinos pero, al mismo tiempo, con respeto al carácter particular de este pueblo. En su arquitectura fueron empleados con destreza formas y tecnologías usadas por carpinteros montañeses. Antes de la Segunda Guerra Mundial Zakopane alcanzó tener una moderna infraestructura deportiva con su teleférico para Kasprowy Wierch y el trampolín de esquí en Wielka Krokiew conocido hoy en todo el mundo como anfitrión de un Campeonato Mundial de Triatlon así como de las Universiadas.
Cada año vienen a Zakopane millares de Polacos desde las planicies para disfrutar de las montañas y de una atmósfera especial de esta ciudad cuyos habitantes han sabido preservar su cultura regional. Además, Zakopane goza de una gran popularidad entre los turistas extranjeros entre los cuales hay cada vez mas visitantes rusos y ucranianos. Todos encontrarán allí un folclore aún vivo, amables anfitriones y muchas oportunidades de vivir buenos momentos. Igualmente disfrutarán de una infraestructura turística e instalaciones y servicios deportivos cada vez mejor. A lo largo de los últimos años fueron establecidas nuevas estaciones de esquí modernas con instalaciones de nieve artificial y telesillas confortables. Se construyó una pista de hielo artificial y se modernizaron las rutas de esquí de fondo. Y asimismo fue posible preservar ese ambiente único que hace que Zakopane no pierda su condición de la capital invernal de Polonia.
Polonia es un país de planicies. Sólo en su parte fronteriza meridional se encuentran montañas cuyas sierras más altas compartimos con Ucrania, Eslovaquia y Chequia. Las montañas polacas no son, por término medio, muy altas. Su único sector que tiene carácter alpino y cuenta con picos que llegan hasta 2500 msnm de altura, son los montes Tatra. En el territorio de Polonia está situado una quinta parte de esta cordillera a cuyos pies está ubicada la ciudad de Zakopane.
Durante siglos, Zakopane era una villa calma y pequeña cuyos habitantes se dedicaban, en primer lugar, a la cría de ganado y con el tiempo también empezaron a ocuparse de minería e industria metalúrgica. En el siglo XIX Zakopane tuvo su momento crucial cuando se descubrieron sus valores balnearios. A partir de aquel momento, la ciudad llegó a ser un lugar de esparcimiento de varias figuras notables de élites polacas que crearon aquí sus apreciables obras, construyeron casas difundiendo y alabando la ciudad. Se desarrolló el turismo de montaña y el esquí. Zakopane crecía e iba siendo edificada inspirándose en centros de turismo alpinos pero, al mismo tiempo, con respeto al carácter particular de este pueblo. En su arquitectura fueron empleados con destreza formas y tecnologías usadas por carpinteros montañeses. Antes de la Segunda Guerra Mundial Zakopane alcanzó tener una moderna infraestructura deportiva con su teleférico para Kasprowy Wierch y el trampolín de esquí en Wielka Krokiew conocido hoy en todo el mundo como anfitrión de un Campeonato Mundial de Triatlon así como de las Universiadas.
Cada año vienen a Zakopane millares de Polacos desde las planicies para disfrutar de las montañas y de una atmósfera especial de esta ciudad cuyos habitantes han sabido preservar su cultura regional. Además, Zakopane goza de una gran popularidad entre los turistas extranjeros entre los cuales hay cada vez mas visitantes rusos y ucranianos. Todos encontrarán allí un folclore aún vivo, amables anfitriones y muchas oportunidades de vivir buenos momentos. Igualmente disfrutarán de una infraestructura turística e instalaciones y servicios deportivos cada vez mejor. A lo largo de los últimos años fueron establecidas nuevas estaciones de esquí modernas con instalaciones de nieve artificial y telesillas confortables. Se construyó una pista de hielo artificial y se modernizaron las rutas de esquí de fondo. Y asimismo fue posible preservar ese ambiente único que hace que Zakopane no pierda su condición de la capital invernal de Polonia.
Zakopane sotto i Tatra
Cambiano i regimi, i confini statali ma solo una città merita il nome della capitale invernale della Polonia-Zakopane. In che consiste il fenomeno di questa meta turistica polacca più conosciuta nel mondo? La Polonia è un paese pianeggiante. Le montagne si trovano solamente ai suoi confini meridionali e le catene più alte le divide con Ucraina, Slovacchia e Repubblica Ceca. Le montagne polacche sono piuttosto basse. L’unico frammento di carattere alpino con le cime che arrivano ai 2500 m s.l.m. sono i Tatra. Nei confini polacchi rimane un quinto della superficie di questa catena. Ai suoi piedi sorge proprio Zakopane.
Per secoli era un piccolissimo villaggio tranquillo, i cui cittadini si occupavano soprattutto di pastorizia e con il passare dei tempi di estrazione e lavorazione dei minerali di ferro. La svolta avvenne nel secolo diciannovesimo quando furono scoperti i valori salutari di Zakopane. Da quel momento tanti rappresentanti celebri delle élite intellettuali polacche cominciarono a passarci l’estate, creare le loro opere, costruire le case e così rendere famosa la città. Si sviluppò il turismo di montagna e poi anche lo sport dello sci. Zakopane a poco a poco veniva costruita seguendo gli esempi dei luoghi di villeggiatura alpini, mantenendo tuttavia un carattere unico. Nella sua architettura furono sapientemente sfruttati i motivi e le tecnologie usate dai carpentieri montanari. Ancora prima della seconda guerra mondiale fu costruita l’infrastruttura sportiva moderna con la funivia per il monte Kasprowy Wierch e il trampolino Wielka Krokiew, conosciuto ancora oggi in tutto il mondo per i campionati mondiali di sci nordico e le universiadi.
Ogni anno milioni di polacchi vengono dalle pianure a Zakopane per godersi le montagne nonché l’atmosfera particolare di questo paese, i cui abitanti hanno saputo conservare la cultura locale. La città appare interessante anche per gli stranieri, negli ultimi anni pure ucraini o russi.
Tutti trovano qui un folklore ancora vivo, gente aperta, tante occasioni di svago e infrastrutture alberghiere e sportive sempre migliori. Negli ultimi anni sono state costruite tante stazioni sciistiche con piste innevate artificialmente, comode funivie e una pista artificiale di ghiaccio. Sono state modernizzate le piste da sci di fondo. E soprattutto è stata salvata un’atmosfera unica grazie alla quale Zakopane non perde nulla della sua posizione di capitale invernale della Polonia.
Per secoli era un piccolissimo villaggio tranquillo, i cui cittadini si occupavano soprattutto di pastorizia e con il passare dei tempi di estrazione e lavorazione dei minerali di ferro. La svolta avvenne nel secolo diciannovesimo quando furono scoperti i valori salutari di Zakopane. Da quel momento tanti rappresentanti celebri delle élite intellettuali polacche cominciarono a passarci l’estate, creare le loro opere, costruire le case e così rendere famosa la città. Si sviluppò il turismo di montagna e poi anche lo sport dello sci. Zakopane a poco a poco veniva costruita seguendo gli esempi dei luoghi di villeggiatura alpini, mantenendo tuttavia un carattere unico. Nella sua architettura furono sapientemente sfruttati i motivi e le tecnologie usate dai carpentieri montanari. Ancora prima della seconda guerra mondiale fu costruita l’infrastruttura sportiva moderna con la funivia per il monte Kasprowy Wierch e il trampolino Wielka Krokiew, conosciuto ancora oggi in tutto il mondo per i campionati mondiali di sci nordico e le universiadi.
Ogni anno milioni di polacchi vengono dalle pianure a Zakopane per godersi le montagne nonché l’atmosfera particolare di questo paese, i cui abitanti hanno saputo conservare la cultura locale. La città appare interessante anche per gli stranieri, negli ultimi anni pure ucraini o russi.
Tutti trovano qui un folklore ancora vivo, gente aperta, tante occasioni di svago e infrastrutture alberghiere e sportive sempre migliori. Negli ultimi anni sono state costruite tante stazioni sciistiche con piste innevate artificialmente, comode funivie e una pista artificiale di ghiaccio. Sono state modernizzate le piste da sci di fondo. E soprattutto è stata salvata un’atmosfera unica grazie alla quale Zakopane non perde nulla della sua posizione di capitale invernale della Polonia.
